De acuerdo a un estudio de Robert Walters Group, a pesar de que el 85% de las organizaciones y los equipos de reclutamiento mencionan que aumentar la diversidad y generar procesos inclusivos es una prioridad, solo la mitad de ellos cuentan con prácticas para reclutar personal diverso. En este sentido, es fundamental que el compromiso se adopte a través de todo embudo de reclutamiento, materializándose en la implementación de buenas prácticas, desde la atracción hasta la contratación.
Las cuatro fases que componen este proceso presentan retos para evitar perpetuar procesos excluyentes que ahuyenten la oportunidad de que talento diverso llegue y se desarrolle dentro de la organización:
1. Visibilidad y conciencia
De acuerdo a la encuesta de Glassdoor, el 76% de las personas en búsqueda de un empleo quieren saber por qué la organización es un buen lugar para trabajar, por lo cual es fundamental asegurarse de brindar información y mensajes claros de forma consistente en las comunicaciones de la organización. Además, Glassdoor encontró que el 67% de les solicitantes de empleo en general lo miran al evaluar una oferta, específicamente aquellas personas que pertenecen a colectivos identitarios históricamente excluidos o subrepresentados.
Dentro de esta etapa una buena práctica es compartir tus compromisos, objetivos, acciones y políticas en cuanto a DEI en todas tus plataformas: web, redes sociales, entre otras. De esta forma se visibiliza el compromiso de ser una organización que promueve un espacio de desarrollo y crecimiento para todas las personas, generando interés de formar parte de ella.
2. Atracción
Esta etapa requiere atención a la experiencia de la persona candidata. Esto resulta fundamental debido a que, de acuerdo a una encuesta realizada por CareerBuilder, el 60% de personas candidatas abandonarán una aplicación, a pesar de ser de interés, debido a que el proceso fue poco inclusivo, largo y complicado.
Para este proceso es importante recopilación de datos identitarios con el objetivo de poder monitorear su presencia a través del embudo de reclutamiento.
Solo así, la organización podrá identificar el efecto de los estereotipos y sesgos materializados en brechas y tomar medidas para asegurar las mismas oportunidades para todas las personas.
Además, es útil elaborar un candidate journey map, que permita tener claridad de todo lo que debe pasar en el proceso de reclutamiento (antes, durante y después) para asegurar una experiencia positiva de la persona candidata.
3. Evaluación y selección
La etapa de selección consiste en la realización de filtros previos, el proceso de entrevista y de evaluación de las personas candidatas con el objetivo de poder contratar a la persona candidata ideal para el puesto en cuestión. Esta etapa es fundamental, pues es la etapa en la que predominan los estereotipos y sesgos.
En este punto es importante realizar evaluaciones de habilidades cognitivas, ya que estas pueden ser un buen predictor de desempeño laboral.
Aporta al proceso de selección, al brindar información sobre la habilidad de la persona candidata de aprender, aplicar conocimiento nuevo y resolver problemas. Además, lleva a un aumento en la calidad del talento contratado con un enfoque en la posibilidad de desarrollar su talento a futuro.
4. La contratación es la última etapa del embudo de reclutamiento.
En este punto es primordial personalizar la propuesta laboral y mantén apertura para negociar. A través del proceso de reclutamiento se obtiene información relevante sobre la persona. Esta información puede ser utilizada para realizar una propuesta personalizada que atienda las necesidades de la persona a ser contratada. Considera y define beneficios de bienestar y flexibilidad, modalidades de trabajo y remuneración.
Siguiendo los lineamientos anteriores, se puede lograr construir un proceso de reclutamiento y selección que responda a un contexto de equidad e inclusión, pero vale la pena resaltar que uno de los puntos claves que definirá la permanencia de ese talento y su desarrollo dentro de la organización es que esta misma cuente con una cultura que incluya y celebre la diversidad. En un próximo blog hablaremos más sobre cómo generar un espacio laboral seguro para todas las personas en su diversidad.