Dentro de las acciones que impulsamos en Aequales para fomentar el camino hacia la transformación de nuestros espacios laborales, tenemos un elemento crucial que es el comité de equidad de género y diversidad.
Este comité es una de las primeras estrategias y acciones afirmativas que puede tomar una empresa para formalizar su compromiso y hoy te traemos una guía sencilla de tres pasos que pueden guiarte para que crees el tuyo:
- ¿Quiénes y qué perfiles deben confirmar este comité?
Los comités deben estar formados teniendo en cuenta la diversidad de las personas miembro. Estas deben ser elegidas de manera transversal a la empresa y considerando que sean de diferentes áreas, rangos, géneros, origen, religión, nacionalidad, etc. Para que así se puedan escuchar voces diferentes y asegurar que las estrategias favorezcan a todos los grupos que coexisten dentro de la organización.
- ¿Cuáles son las tareas principales del comité?
Los comités desempeñan un papel importante en la implementación efectiva de las políticas y en la ejecución y seguimiento de la estrategia de equidad de género. Además, las personas miembro se convierten en referentes sobre el tema dentro de la propia organización y pueden convertirse en personas voceras de la equidad de género y la diversidad.
Teniendo en cuenta esto, es esencial que las empresas se midan continuamente y obtengan información para hacer seguimiento a los indicadores que reflejan, los productos, los resultados y el impacto que tienen las acciones que implementan. Para ello es necesario contar con una política de equidad de género aterrizada en un plan de acción con presupuesto, metas, acciones específicas e indicadores. Las organizaciones pueden apoyarse en herramientas como el Ranking PAR. El cual ayuda a proveer un diagnóstico de la situación actual de la empresa en materia de equidad de género y diversidad.
3. ¿Qué beneficios provee un comité de equidad de género y diversidad?
Como hemos mencionado anteriormente, tener un comité de equidad de género trae beneficios para las organizaciones y para las personas que trabajan en ellas, en especial para grupos que se han encontrado con barreras para su desarrollo, como es el caso de las mujeres.
Las acciones que se toman en favor de la equidad de género no operan cada una de manera independiente en su propia esfera, sino que actúan como complementos y/o catalizadores las unas de las otras y generan un ambiente en el que todas las personas pueden desarrollarse adecuadamente para alcanzar sus metas y, por lo tanto, alcanzar las metas del negocio también.
Según el informe del Ranking PAR 2021, de las más de 860 empresas participantes en Latinoamérica, el 49% no cuenta con un comité de Equidad de Género. Y de aquellas que sí cuentan con uno, solo en el 40% las personas miembro del Comité reflejan la diversidad adicional al género (orientación sexual, pertenencia étnica, etc.) existente al interior de la organización y/o el país donde la organización opera.